Por: Yorman Galviz[i]
La red de reporteros ENTRE PARCEROS Y PANAS, es un proyecto comunicacional pensado para recoger historias, recorrer caminos y construir fuentes de información confiables que sirvan a las comunidades migrantes y de acogida en aras de mitigar la realidad sin precedentes que atraviesan ambas naciones debido a la crisis política, social y económica que vive Venezuela , por un lado Venezuela, país que tradicionalmente está acostumbrado a recibir migrantes y desplazados ahora ve con tristeza como miles de connacionales abandonan el país en busca de mejores oportunidades, por el otro Colombia, país azotado por las embates de una guerra interna que por más de cinco décadas propicia desplazamientos y movilidad humana que obligó y obliga a muchos connacionales a abandonar su país.
Esta situación hace que la crisis se agudice, ya que la amplia movilidad de venezolanos busca su ruta de salida a través de las fronteras con Colombia, mayoritariamente por el puente internacional Simón Bolívar la frontera entre San Antonio y Cúcuta, en tal sentido, el equipo de reporteros ciudadanos y ciudadanas de Entre Parceros y Panas tuvo la gran oportunidad el pasado miércoles 21 de Agosto de conocer de primera mano la realidad que vive la frontera Colombo Venezolana al hacer un recorrido por las principales vías del corregimiento La Parada municipio Villa del Rosario en el departamento Norte de Santander.
Durante el recorrido se pudo presenciar el drama que viven los hermanos venezolanos que en su mayoría son vendedores informales que hacen vida en la localidad, venden desde medicamentos esenciales, comida, ropa y calzado, además otros tantos compran y venden teléfonos móviles, sin preguntar la procedencia de dichos equipos y sin ningún tipo de garantías, lo mismo otro grupo de jóvenes haciendo ofertas para comprar cabello a las damas que van circulando por el lugar, aunado a esto los principales negocios ilegales debido al contrabando de combustible desde Venezuela, los riesgos de trata de personas, la prostitución y las drogas, debido a la ausencia de los estados en esta región fronteriza.
Al tiempo se pudo constatar las enormes filas de personas en la sede de migración Colombia para sellar sus respectivos pasaportes para abandonar definitivamente el país, una persona puede demorar desde tres hasta doce horas para sellar, esta situación pone en riesgo a las personas ya que pueden ser estafadas por querer sellar su pasaporte de manera más rápida, los cobros que hacen por esta operación de sellado “VIP” Oscilan entre los 20 mil pesos Colombianos hasta los 20 dólares Estadounidenses, ya que muchos venezolanos llegan con esta moneda extrajera a la localidad.
Este panorama nos invita a la reflexión, debemos apostar por una frontera más humana y humanizadora, tenemos que hacer de la frontera un frontera de parceros y panas, este es el compromiso al que estamos llamados, debemos seguir contando lo que pasa en la frontera para generar conciencia en los ciudadanos, en las comunidades receptoras, en las organizaciones civiles y en los entes gubernamentales, por una comunicación que nos hermana, es el lema de la red, hagamos que nuestras comunicaciones rompan las barreras fronterizas y nos hagan comprometernos más a la causa de los más necesitados.
[i] Yorman Galviz reportero de Fe y Alegría San Cristóbal, Entre Parceros y Panas
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